¿Sobre quien recae el peso de las víctimas del 11 de septiembre?

Este post es algo largo, y es que lo escribí de corrido y al momento, porque me entró un sentimiento oscuro y subversivo que tenia que dejar salir.

Hoy, hace 5 años, miles de personas inocentes fallecieron en el ataque terrorista de las Torres Gemelas de Nueva York.

Yo sé que habrá algunos individuos que pensarán “Estados Unidos se lo merecía”, pero quienes piensan así no razonan que los fallecidos no tienen nada que ver con el estúpido/animal/asesino/verdugo gobierno de Estados Unidos. Esas víctimas eran sólo ciudadanos, con familias que nunca los volverán a ver.

¿Y quién fue el culpable?... ¿Fue Bin Laden? ¿Fue Al Qaeda? ¿Fue Saddam?... No. Las pruebas muestran que la mala administración de George W. Bush hizo posible ese ataque. El mismo presidente de los Estados Unidos de América, quien estuvo meses vacacionando antes de los atentados, quien había recortado el presupuesto anti-terrorista del Estado hacía unos meses, quien tuvo nexos con el mismo Bin Laden años atrás, y quien siempre ha tenido intereses económicos en el petróleo (pues su familia y él son grandes inversionistas en tales empresas) fue el culpable. Pero basta con ver el maravilloso documental de Michael Moore para entender mejor las razones de tal genocidio.

Y qué bonito le salió. El atentado aterrorizó a la nación (y al mundo) y generó una “necesidad de protección y seguridad ante el terror”. Y esa necesidad llevó al mismo gobierno que permitió el atentado, a implantar la idea que había un país en el Medio Oriente amenazando la protección y seguridad mundial con armas de destrucción masiva. Ese país nunca había atacado a Estados Unidos, allí no se escondía Bin Laden (es más, Bin Laden no fue capturado), pero era un blanco económicamente jugoso y fácil de invadir. Era Irak, país con la segunda reserva petrolífera del mundo.

¿Y las armas de destrucción masiva? ¿las encontraron luego de la invasión y de limpiar las calles llenas de cadáveres y trozos de gente?... Jamás las encontraron. ¡Qué cinismo!, miles de muertos, familias iraquíes asesinadas, un pueblo destruido, cientos de mutilados, soldados que nunca volvieron a sus hogares, ríos de sangre y lágrimas. ¿Por qué?... ¿Saben por qué?... Por Petróleo, por dinero, por ganancias, por poder.

¡Qué basura! Meses después de la invasión a Irak los precios del petróleo suben. ¿Que coincidencia verdad? (¿a quien iba llegar ese pisto?) Y junto con esos precios, los de cientos de servicios más (incluyendo nuestro deteriorado transporte colectivo) ¿Y de quien es la culpa?... GEORGE W. BUSH, de él es la culpa. De ese presidente, que si recordamos bien ganó bajo dudosas condiciones contra su contrincante Al Gore en enero de 2001. Que para colmo le arrojaron huevos a la limosina el día que iba a tomar el poder, en medio de protestas. Ese presidente y su actual administración se cagó en Irak, se caga en América Latina y se caga en El Salvador. Y para colmo nuestro presidentillo de pacotilla manda tropas salvadoreñas (con pisto de nuestro impuestos) a un Irak invadido/violado por USA, con la paja de que lo están reconstruyendo luego de su liberación de la dictadura de Saddam. Puuuuuuuuuu…. Sí que somos brutos, pero es que a uno solo hacer bulla nada le vale.

Por eso escribo esto, porque me siento mal por Irak y por mi país. Porque quiero hacer buya! Y las estas letras me lo permiten. Porque me siento mal que Estados Unidos (antes y después de Bush) venga exportando una idea de “libertad” “democracia” y “estilo de vida” que se construye bajo lo cadáveres de la gente pobre, ignorante e inocente. Una democracia que nunca le da el control al ciudadano trabajador. Un modelo de desarrollo basado en el crecimiento económico pero sostenido por las desigualdades sociales. Una libertad que sólo se basa en el dinero (dinero, dinero, gasta, gasta, compra, compra, “Centros Comerciales = desarrollo”, alienación, marcas, pasar encima de los demás para alcanzar el “Éxito”, matar o morir por dinero, por posesiones, irrespetar a quienes pensamos distinto, País Unido tiene sentido, etc, etc, etc.)

Y ese es el presidente gringo del que se siente orgulloso nuestro regordete presidentillo cejudo de pacotilla. Ese es el presidente gringo que dijo ser “amigo” del corrupto Francisco Flores. Ese es el presidente al que le lamen la suela del zapato muchos dirigentes políticos de nuestra querida América Latina. Ese es el gobierno estadounidense que por décadas ha oprimido a los pueblos de mi querida América, matando a quienes no piensan igual que él, asesinando a quienes le estorban en sus planes de conquista.

Por eso, en esta fecha, les envío mi más sentido pésame y sentimientos de apoyo a los familiares de las víctimas del 11 de septiembre, a los familiares de las víctimas en Irak, a quienes perdieron un ser querido o un miembro de su cuerpo en nuestra trágica guerra (en la cual también estuvo metido USA, alimentando con $1 millón de dólares diarios al ejercito que luchaba contra los “guerrilleros”, que al igual que el mártir “Ché” –también asesinado por USA-, sólo querían justicia social) y a quien sea que haya sufrido una pérdida por culpa de un gobierno tirano/maldito/inhumano como el gobierno de los Estados Unidos y su actual presidente. Porque yo sé que es horrible cuando alguien se va. Las lágrimas se te escapan de los ojos y el pecho se te pone caliente y tembloroso al recordar y pensar que era inocente, que no tuvo la culpa.

Por eso, y por todo lo demás que está escrito en muchos lados en contra de George W. Bush y de otros presidentes gringos es que digo: ¡En Paz descansen todos los mártires de América, Justicia para los crímenes de guerra y que el peso de las víctimas recaiga aplastantemente sobre los verdaderos verdugos!