No entiendo al Jehová que aparece en Levítico
Pocas religiones examinan y comparan el comportamiento de Dios en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento. Yo me he topado en cientos de ocasiones con pasajes del Antiguo Testamento que narran las órdenes de un Dios que pareciera ser diferente al que predicó Jesús en su venida.
Muchos dirán: “A Dios no se le cuestiona, Él es soberano y puede hacer lo que le parezca”, y pueden tener razón, pero eso no me quita la inquietud. Yo creo en DIOS, y sé que Él NO puede ser erróneo, tonto, iluso, perezoso, apático, soberbio, corrupto, bélico, déspota, vengativo, iracundo, necio... en pocas palabras: malo. Yo no creo que Dios pueda ser malo o pueda tener alguno de los defectos que acabo de enumerar, pues estos son los que tienen a la humanidad hundida en la crisis de estos tiempos.
Pero, cuando leo ciertos pasajes de Levítico, me resulta imposible creer que ha sido Dios el que los haya ejecutado.
Por ejemplo: En el libro de Levítico, capítulo 24, del verso 10 al 23, aparece el castigo que mandó Jehová para que se le ejecutase a un hombre que lo maldijo.
En resumidas este pasaje cuenta que dos hombres del pueblo de Israel riñeron y que uno de ellos maldijo el nombre de Jehová durante la riña. Por ello el que lo maldijo fue llevado delante de Moisés y luego puesto en la cárcel mientras Moisés recibía instrucciones de parte de Jehová para ejecutarle una pena.
En el verso 14 Jehová le dice a Moisés lo que quiere que se le haga al hombre: “Saca al blasfemo fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la cabeza de él, y apedréelo toda la congregación.” Wow! Dios manda a apedrear a un tipo que lo insultó, cuando Jesús predica unos siglos después que perdonáramos a los que nos ofenden.
Acá entra mi duda. ¿Fue Jehová el que le mandó a Moisés tal cosa, o... fue a Moisés al que se le ocurrió? Moisés era el líder, algo así como el presidente o yo diría dictador, pues él dictaba las leyes de Jehová.
Es bien controversial y yo sé que muchos defenderán a capa y espada su fe y lo que su religión les ha enseñado. Pero si le ponemos lógica y “corazón” al asunto veremos a un Dios que no cumple lo que manda que cumplamos. Por eso digo yo: al rato y Moisés se inventaba las leyes. No sé. Más que, luego de ese pasaje, en los versos que le siguen, “Jehová” manda al Pueblo de Israel el famoso “ojo por ojo, diente por diente”, el cual era un estatuto que ordenaba hacerle al otro exactamente el mismo daño que éste hacía.
Ahora bien, algunos dirán: “Es que esa es la mejor forma de poner orden, pues la raza humana sólo así entiende”, y pueden tener razón, pero mi asunto es el cambio de discurso de Dios, pues en esos tiempos dijo “ojo por ojo, diente por diente” y siglos más tarde dice “a cualquiera que te hiera en la mejía derecha, ponle también la otra” (Mateo 5: 38-48).
Yo me inclino más a creer en el Dios que predicó Jesús, ese Dios que se puede manifestar en los actos de perdón y misericordia que cualquier ser humano le puede hacer a otro. Por lo tanto no entiendo y dudo de que sea el mismo Dios el que narra Levítico.